miércoles, 12 de marzo de 2014

SIEMPRE HAY UN LUGAR PARA UN AMIGO

Día 12, miércoles. Conociendo a los alumnos del colegio "Mª Auxiliadora" de Lugo.


En la mañana del 12 de marzo, Madre Yvonne se ha encontrado con los alumnos de Secundaria de nuestra casa de Lugo. Una alumna de 4º curso, Xiana González, ha saludado a la Madre en nombre de sus compañeros y cuatro alumnas han interpretado una danza gallega marinera.

La madre ha agradecido la acogida cariñosa y ha dado los “Buenos días” a los muchachos. Destacamos alguna de las ideas de su saludo.  

-        La paz del mundo empieza en el corazón de cada uno de vosotros cuando sabemos dialogar, aceptar la diferencia que nos enriquece.  

-        El secreto de la felicidad está en hacer felices a los demás. No tengáis miedo de comunicar a los demás quién es Jesús.

-        El sentido de la vida de las hermanas y de vuestros profesores sois vosotros.

-        En esta casa podéis encontrar a Jesús como amigo. ¡Acoged a Jesús! Hablad con Él, escuchad su Palabra; contad con Él que Él cuenta con vosotros.

Se ha despedido de todos en francés: “Soy muy feliz por haberos conocido”.

Después se ha dirigido al piso de primaria. Tras el saludo leído por una alumna, le han cantado con fuerza: un nuevo sitio disponed para un amigo más”… Y realmente hacia falta apretarse un poco en el pasillo repleto de chiquillos. Madre Yvonne les ha dicho que estaba feliz de oírles cantar. Siempre hay lugar para un amigo. Les ha invitado a estudiar con alegría; porque “se consiguen mejores resultados” y les ha puesto “deberes”: hacer feliz cada día a otro amigo…

Los alumnos le han entregado una casita de chocolate y la Madre ha recorrido el pasillo, saludando especialmente a los profesores.

La siguiente parada ha sido el aula de educación especial. Allí le esperaban los niños y sus educadoras, que le habían preparado una original coreografía para decirle: ¡Bienvenida a tu casa! No faltaron los regalos hechos por ellos.

Mientras, los alumnos de Infantil ya estaban preparados en la portería. También ellos le leyeron su saludo y le cantaron diciendo que todos eran amigos de Jesús. Uno de ellos le regaló un bollo que había hecho su mamá, otro llevaba la cámara de fotos, porque sus padres le habían dicho que se tenía que hacer una con la superiora general. Y también le entregaron un bonito ramo de flores pintadas por ellos. Madre Yvonne siguió agradeciendo tantas muestras de cariño. Las piruletas no faltaron en ninguna de las etapas.

Y llegó el momento de la despedida. En la portería estaban miembros del personal de administración y servicio, padres de alumnos, ADMA y Salesianos Cooperadores, junto con las hermanas, que le han ofrecido un donativo. ¡Me voy muy contenta! ¡He visto un ambiente realmente salesiano y eso es fruto de la sinergia de todos! Me dicen que aquí se ve poco el sol, pues de esa sinergia nacen en esta casa los rayos que ¡iluminan la ciudad!

Al son de la gaita nos hemos dicho adiós. ¡Gracias Madre! ¡Te esperamos, vuelve muy pronto!

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