martes, 11 de marzo de 2014
EN CASA DEL SEÑOR SANTIAGO
Poco a poco nos vamos concentrando en
la capilla de la Virgen del Carmen para celebrar en familia la Eucaristía,
presidida por el salesiano D. Francisco García y D. Benito González Raposo, sacerdote de la
diócesis de Santiago.
En la homilía D. Paco destaca que fue
un fraile benedictino francés quien, después de peregrinar a Santiago allá por
el siglo XII, escribió la primera guía del camino francés. En referencia a la
Palabra del día nos anima a dejarnos interpelar por el Señor que es quien nos
enseña a orar y a descubrir a Dios como Padre y a los otros como hermanos. Orar
para que su Reino se asiente en nuestra sociedad. Orar como Maín, que hizo de la oración la
prioridad de su vida, impulso para entregarse sin medida. Un icono para tener
siempre presente.
Después del canto final a la Virgen del
Camino, “Ven con nosotros al caminar”, hacemos un breve recorrido por la
catedral. Pero nos detenemos un buen rato ante el sepulcro del Apóstol, donde
rezamos el Credo, pidiendo por su intercesión el don de la fe. Concluimos este
momento con el abrazo al Santo, al que confiamos el camino que aún resta a la
Madre y a todas, por recorrer.
Ya fuera, y antes de despedirnos,
queriendo guardar en nuestra retina y en nuestros corazones, todo lo visto y
vivido, nos hacemos fotos y más fotos. A todas nos gusta
un recuerdo con la Madre, grupo grande, comunidades, grupos pequeños. A todo se
presta amablemente sor Yvonne.
“SIEMPRE CAMINANDO, SIEMPRE PEREGRINAS”
Martes, día 11. Encuentro con las hermanas de las comunidades de Galicia
Una tarde de sol
espléndido, mucha alegría y ganas de encuentro en el corazón, al abrigo de la
casa del Apóstol, fuimos llegando por
los diversos caminos que llevan a
Santiago, las hermanas de las comunidades de Galicia para el encuentro de
familia con la Madre.
Su abrazo, su sonrisa
acogedora, sus preguntas- “¿Cómo te encuentras? ¿Dónde estás ahora? ¡Qué alegría volver a verte!”- y muchas expresiones de cariño, fueron creando entre nosotras ese clima de
familia que nos hace disfrutar y sentirnos todas de casa.
Eran como las 4,30 de
la tarde y ya estábamos reunidas, en la “sala de arriba”, que nuestros
hermanaos salesianos nos dejaron para convertirla por unos momentos en un
pequeño cenáculo.
Comenzó el encuentro
con un saludo cariñoso por parte de las hermanas, haciendo realidad el eslogan
que nos acompaña.
“Nuestra casa, tu hogar. Y así celebramos con gozo inmenso
saber que estás con nosotras, aquí en este rincón del mundo, cerca de
Finisterre que, sin duda, te recordará aquel otro Finisterre que te vio nacer y crecer y
partir… para escuchar, para compartir,
para celebrar tu paso por nuestra tierra, tu tierra, tu hogar. Pues como el
poeta peregrino, también tú puedes decir:
“Rico en sonrisas soy, rico en amigos voy, un millonario en amor”.
Y contigo también nosotras siempre en camino. Somos pocas por estas tierras siempre abiertas y a la espera, de quien lleve en su
interior perfume de buen incienso,
perfume que haga sentir en el gesto y
las palabras que el Señor es quien nos guía, Él es quien atrae y llama. Y por eso el
signo, recuerdo de nuestro encuentro, que entregamos a la Madre: Un
BOTAFUMEIRO: Todo un símbolo que nos habla de aquello que
es el respirar de nuestras vidas. Esas vidas que tú constantemente alientas
y orientas y animas, con tu palabra, con
tus gestos, con tu buen hacer y tu testimonio de vida. Y concluimos con una de
esas bienaventuranzas del peregrino que
ella bien se merece:
´Bienaventurado eres, peregrino, si descubres que un paso
atrás para ayudar a otro vale más que cien hacia delante sin mirar a tu lado.
Y nuestro agradecimiento
por venir junto a nosotras en este rincón – recuncho- de nuestro gran universo. Como Madre
Mazzarello, llevando alegría,
ilusión y mucha sed de Infinito, en tu
mochila, en tu voz de Madre, de hermana y guía de tantas y tantas hijas que
contigo peregrinan”.
Y por último, con alegría y mucho
entusiasmo, entonamos el canto: “Mi casa es el mundo…”, que nos sale muy bien y
a la Madre le gusta.
Y así dispuestas, en ese pequeño cenáculo,
acogemos sus palabras, las palabras de
quien nos habla desde el corazón:
“Me
siento muy feliz de estar aquí con vosotras, de veros, así después nos queda
una cercanía más grande. “Mi casa es el mundo”. Sí, el Instituto es una
única casa, cuyo techo es el cielo. Hay 84 salas grandes: son las inspectorías.
Luego hay salas más pequeñas, las comunidades. Entre una sala y otra, hay un
corredor que está abierto siempre. No hay porteras. Se puede pasar de una a otra sin salir de casa. Me alegra
encontrarme con todas vosotras las hermanas que estáis en Galicia. Es una
gracia estar aquí. Si llega gente de todo el mundo, es un signo estar nosotras
también aquí. Queremos ser casa, una casa peregrina. No queremos quedarnos
quietas. En la vida salesiana, siempre en camino, siempre peregrinas.
Y
vemos que, a medida que vamos caminando, el camino sigue, pero distinto. Ya no
es igual. Tenemos más para vivir…
El
Instituto está en un momento de giro. Y es muy importante dar bien ese giro,
porque el camino es siempre nuevo, porque caminamos con niños, caminamos con
jóvenes. Vamos creciendo, caminando con
ellos.
Nuestro
testimonio es muy importante: comunidades de consagradas, ¡por supuesto
creyentes! Comunidades, lugares donde
nos sostenemos recíprocamente en el camino de la fe, para saber leer a esa luz
y a la luz de la palabra los acontecimientos
diarios.
Desde
nuestra comunidad, que es capaz de dar
razón de esa fe: dejarse evangelizar para evangelizar. No es todo automático:
dejarse evangelizar para evangelizar y viceversa.
O
nuestra comunidad, por su alegría de personas consagrada, es profética, llama
la atención de la gente, o no tenemos futuro. Si no interpela - ¿por qué estas
mujeres están alegres? ¿Qué las lleva a vivir así?- no vale.
Sobre
todo en el mundo de las relaciones. A través de nuestras relaciones humanas
Dios pasa, peregrina, para hacer crecer el espíritu de familia. Les suplico que
cuiden este espíritu de familia, mantener la capacidad para interesarse por
cada persona. No estar corriendo siempre. Correr, pero desde la profundidad del corazón que mantiene
la atención a cada persona. El carisma tiene futuro. El camino puede cambiar –
ya lo estamos viendo ahora con el proyecto Alégrate…-, lo importante es la
pasión que llevamos dentro. ¡No podemos dormirnos! “Estoy haciendo algo nuevo
¿no lo notáis?”
¡Gracias de nuevo, -termina la Madre -, por vuestra presencia aquí, por vuestras vidas, y sobre todo, por vuestro testimonio de vida"
Y mientras vamos dejando resonar dentro
del corazón estas palabras de nuestra Madre, nos dirigimos hacia la catedral.
La peregrinación es corta, pero cargada de sentido y profundidad. La fachada
está en obras, no podremos contemplar el Pórtico de la Gloria, lo que nos lleva
a invitar a la Madre a volver en otra ocasión. Ella responde amablemente que
encantada. Debemos entrar por una puerta
lateral. La catedral, la casa del Señor Santiago como nos recordó D. Francisco
en su saludo, es impresionante.
EL SECRETO DE LA FELICIDAD ES ESTO: TODOS LOS DÍAS BUSCAR CON JESÚS, CÓMO HACER FELICES A LOS DEMÁS
Día 10, lunes. Visita de Madre General a la Casa Familia Laura Vicuña.
Madre general hace su entrada en nuestro hogar, Casa Familia Laura Vicuña, a las 21:10h. Los niños y los no tan niños, la esperamos impacientes en el salón. Tenemos muchas ganas de conocerla y de que nos conozca.
Inmediatamente saludó y fue muy cercana con los niños.
Madre General entra en el salón y uno de nuestros niños le da una cálida bienvenida bilingüe, español y francés, en nombre de todos, en la que nos invitaba a cantarle una canción de bienvenida especialmente para ella: “Merci, merci, merci, merci, merci, Madre Yvonne...”. Después nos fuimos presentando uno a uno para que nos conociera mejor; ¡construimos unas pegatinas con nuestros nombres!
Madre Yvonne con S. Teresa de Jeús Rubio (Inspectora) y Belén(Educadora de la Casa Familia) |
Madre General se muestra muy sonriente con todos y la invitamos a dar un buen paseo por nuestro hogar, acompañada de tres de nuestros niños y algunos educadores. Al ver las habitaciones, la Madre comenta: “¡Qué ordenadito está todo!”. Se interesa por los juguetes, armarios, camas, de nuestros niños y les pregunta dónde duermen y dónde trabajan.
Cuando uno se va de paseo se le abre el apetito, así que nos disponemos a compartir la cena. Primero la bendecimos con un bonito cántico, para después disfrutarla en muy buena compañía. Durante la cena van surgiendo conversaciones muy interesantes entre ella y los niños.
Al concluir la cena, invitamos a la Madre General a que nos conozca un poco más, de la manera que mejor sabemos; que es, enseñándole lo artistas y artesanos que somos.
Comenzamos con una pasarela de moda, presentando la prenda más revolucionaria de todos los tiempos: la bufanda mágica Vicuña Fashion. Con nuestras modelos vamos enseñando a la Madre los distintos formatos que puede adoptar esta versátil prenda. Por supuesto, le hacemos entrega de su propia bufanda mágica Vicuña Fashion para que la acompañe en los días de frío en las tierras romanas.
Para continuar ofrecemos una bonita canción sobre el hogar, pues con ella expresamos nuestros sentimientos y emociones, gritando al mundo nuestro deseo de que a nadie le falte un hogar.
El Equipo Educativo le ofrece otro regalo: un portafotos; y le transmite:
“En nombre de todo el Equipo Educativo queremos agradecerte esta visita y este momento de familia, y por ello, te hago entrega de este pequeño álbum. Nuestra casa es un lugar que acoge, un hogar que ama, un hogar que educa en un ambiente de familia. Sabemos que enseñaremos a volar, a soñar, a vivir... a nuestros muchachos y que en su vida perdurará siempre la huella que el paso por esta casa les haya dejado. Nosotros, al igual que en su día nuestros fundadores, Don Bosco y Maín, también tenemos un sueño. Nuestro sueño es el deseo de convertir esta casa en hogar, en un lugar cálido donde entre todos formamos una familia y aprendemos a amar.Y por último decirte que queremos continuar con el sueño de Don Bosco y Maín, y hacerlo presente día a día con nuestra entrega y nuestro amor a estos chavales.”
Uno de los más pequeños le comenta a la Madre que en nuestro hogar hay una figura importante, que nos protege, que nos ama y a la que le confían sus preocupaciones, sus problemas familiares y que vela por ellos; que ella la conoce bien: María Auxiliadora. Una madre que ofrece a su hijo para cuidar sus vidas y nuestro hogar.
Para darle más énfasis a ese mensaje, todo el grupo de niños y educadores cantamos al unísono y con entusiasmo: “en el hogar tú necesitas a Jesús”. Y se le hizo entrega de una pulsera con una bonita cruz, como símbolo de querer que Jesús sea importante es sus vidas y en nuestro hogar. Le piden que se acuerde de ellos cuando hable con Jesús.
En un día tan especial, no podrían faltar las buenas noches; así que uno de nuestros niños invita a Madre Yvonne, “que siendo ella la Mazzarello de hoy”, nos dedicase una palabras. De sus Buenas Noches destacamos estas:
Y yo les quiero decir eso. Para toda la vida, para toda su vida, cada uno cada una de vosotros, van a ser parte de esta gran familia, la familia de aquí, de este hogar; esta casa siempre va a ser su casa y esta experiencia nunca se va a olvidar.
Siempre, aún después, cuando estén en otras partes, siempre van a poder volver aquí, para contar sus alegrías, sus problemas, sus preocupaciones y siempre habrá alguien para escucharles, para acoger. Pero también vuestra familia, vuestro hogar no sólo es aquí. Vosotros sois parte de la gran familia de Don Bosco. Esta familia de Don Bosco es grande como el mundo, porque hay como vosotros, niños y jóvenes en los cinco continentes, en más de 90 países del mundo, hay muchas casas como esta casa; hogares como este hogar en todos los continentes. Así que, nunca vosotros vais a estar sin familia, porque siempre la familia de Don Bosco, Madre Mazzarello y María Auxiliadora, siempre será vuestra familia.
Y como es tradición, dos de nuestros niños,
le hacen entrega de unos chupa chups para que “nos endulce la vida”.
Ha sido una experiencia de familia importante. Agradecemos la presencia de la Madre General en nuestra casa. Hemos disfrutado de su cercanía, su alegría, su cariño y su mensaje de que forman parte del gran hogar de Don Bosco y Madre Mazzarello. Y que con Jesús podemos hacer felices a los demás y alcanzar nuestra felicidad.
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¡JUNTOS, PODEMOS!
Día 10, lunes. Encuentro con la Familia Salesiana de Galicia
A las 18,30 del lunes día 10 llega la Madre al salón parroquial de Santa Mariña Dozo en Cambados. Hay ya más de cien personas que la esperan, entre ellas, la Comunidad de Salesianos de Castrelo, y numerosas Antiguas Alumnas y la ADMA de Cambados, catequistas y simpatizantes, además una representación de las Comunidades y ADMA de Caldas y de Vigo, así como algún representante de ANPAS.
Manolita Galiñanes, AA.AA, en nombre de todos le da la acogida con unas palabras cariñosas y sencillas que acompaña con el detalle de un horreo típico gallego. La Madre, muy acogedora, saluda con gentileza y expresa su sentir: Nos encontramos, dice, sin conocernos y ya sintonizamos como si nos conociéramos de toda la vida; y es que todos nosotros tenemos el espíritu salesiano, que es don de Dios a nuestra gran Familia. (Muchos sonríen y asienten)
Otro don que tenemos como Familia Salesiana es el carisma de la educación. Hoy la educación es una necesidad urgente y para nosotros, una responsabilidad Los jóvenes necesitan ser educados, orientados. Y no sólo la Parroquia, la Escuela, los Religiosos, sino todos tenemos esa responsabilidad, de la que depende la felicidad de ellos y la mejora de la sociedad y del mundo. Y esto hemos de hacerlo juntos, en red, completándonos. Con énfasis dice: ¡Juntos, podemos!
Y tenemos como Familia Salesiana, otro don: el don de la alegría, porque tenemos esperanza. Y esta esperanza y alegría tenemos que difundirlas. El mundo lo necesita y los jóvenes los primeros…
Como colofón, invita a todos como Familia Salesiana, a trabajar por la vocación, a ayudar a los jóvenes a encontrar su propio camino. Ellos lo necesitan, aunque no nos lo pidan explícitamente. Muchas veces, están desorientados. También el Sacerdocio y la Vida Consagrada necesitan jóvenes generosos. Y los jóvenes de hoy tienen muchos valores… Y hay mucho trabajo que realizar.
Después de responder a varias preguntas que responde con claridad y con datos precisos, finaliza el encuentro con un gran aplauso y una interminable despedida, pues todas quieren darle un beso y hacerse una foto con ella.
Al fin, hacemos una foto de grupo, aunque muchos y muchas se habían ido yendo.
Está claro que la Madre conquistó los corazones.
SOR YVONNE EN CALDAS
Día 10, lunes
El lunes 10 por la mañana, los alumnos y profesores del Colegio de "La Encarnación" de Caldas de Reis (Pontevedra) dábamos la bienvenida a la Madre General. Comenzaba el acto con unas sencillas palabras de acogida pronunciadas por dos alumnos de 5º Primaria, que ponían de manifiesto el cariño y la cercanía de todos los miembros de la comunidad educativa. A continuación una bonita danza del peregrino, una muñeira y un canto preparados para la ocasión alegraban el encuentro.
S. Yvonne reparte golosinas entre los alumnos del Colegio |
En este ambiente de alegría y fiesta, con una presencia carismática y sonrisa cautivadora , Sor Ivonne obsequiaba a todos los presentes con unas hermosas palabras sobre la importancia de tener un corazón que busque y sienta a Jesús, un corazón alegre y dispuesto a amar a los demás… Y después de las palabras… ¡cómo no…!una golosina, rasgo típicamente salesiano.
Para finalizar, dos alumnos de E. Infantil le hacían entrega de una figura del Peregrino de cerámica gallega, como recuerdo de estos momentos vividos en Caldas, para que sigan presentes cuando ya finalice su peregrinaje y vuelva a su casa de Roma.
Unos momentos inolvidables que quedarán grabados en nuestras retinas y es que como bien decía la Madre: “nada sucede por casualidad, el conocernos hace que algo siempre cambie en nuestra vida”.
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